Contexto Histórico
Golpe de Estado. Dictadura Militar (1973-1989)
El 11 de Septiembre de 1973: las Fuerzas Armadas chilenas encabezadas por el General Pinochet derrocan a sangre y fuego al Presidente Constitucional Salvador Allende. Bombardean el Palacio de Gobierno. Allende se suicida. Una Junta de Gobierno asume el poder.
El 12 de Septiembre de 1973, Víctor Jara es aprehendido en su lugar de trabajo, la Universidad Técnica del Estado y llevado al Estadio Chile, allí es torturado y brutalmente asesinado. Su cuerpo sin identificación es encontrado en la morgue por su compañera Joan.
El 11 de Julio de 1971 fue proclamado el “Día de la Dignidad Nacional”, se celebraba la nacionalización de las minas de cobre de Chile. En esa fecha se expropió a las transnacionales las minas de cobre que producían casi las tres cuartas partes de los beneficios que el país obtenía de sus exportaciones. Fue un día memorable, semejante a una segunda fiesta patria.
Pero esta medida tan justa y popular, hizo sonar los timbres de alarma en las oficinas centrales de las Corporaciones, en Nueva York y otras metrópolis del capital financiero. Las corporaciones desde ese momento decidieron tomar medidas drásticas y apoyaron el plan de desestabilización ya emprendido por la CIA y la ITT. Año y medio más tarde el Washington Post comenzó a publicar revelaciones sobre las tenebrosas actividades secretas de la CIA en Chile, denunciando una conspiración contra Allende. También aparecía el Partido Demócrata Cristiano, el diario El Mercurio y algunos gremios cuyas directivas estaban en manos de la derecha recibiendo dólares de la ITT.
A raíz del asesinato de un joven obrero de la construcción en plena Alameda, durante una manifestación contra el terrorismo asesino de la derecha, Víctor compone su canción ‘Cuando voy al trabajo’. Toda la canción expresa los sentimientos y experiencias diarias de Víctor. Es muy fuerte la impresión de que él se dirige a su esposa Joan para asegurarle que siempre la lleva consigo, en cada rato de su jornada la tiene en sus pensamientos. La canción expresa también una sensación de incertidumbre, un presentimiento de fin. Eso se explica porque la muerte del joven obrero podría también ser la suya, en un momento en que las amenazas de la derecha se habían vuelto hechos concretos.
Allende muy preocupado por lo que estaba aconteciendo, trató infructuosamente de dialogar con los dirigentes democratacristianos.
El primer quiebre importante se produjo en 1971. Un nuevo grupúsculo supuestamente de izquierda, que se autodenominaba Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP), escogió ese preciso momento para asesinar a Edmundo Pérez Zujovic, entonces Ministro del Interior del gobierno de Frei Montalva.
Nadie dudó que CIA estaba detrás y de esta manera se iba ensanchando cada día más la grieta con la D.C.
En Octubre de 1972, a raíz de la medida del Gobierno de Chile de nacionalizar las minas de cobre, hasta entonces en poder de empresas transnacionales, como la Kennecott Copper Company, promovieron un embargo internacional y los barcos chilenos fueron ‘arrestados’ en los puertos europeos sin poder descargar o continuar su viaje.
Dentro del país, la poderosa organización de dueños de camiones so pretexto de una supuesta nacionalización y a la escasez que había en ese momento de neumáticos y repuestos decretó un paro nacional…Pero en realidad se trataba de un esfuerzo coludido con la CIA, que financió y mantuvo la huelga con miles de dólares, para paralizar el país y derrocar al Gobierno de Allende.
El impacto del paro se sintió de inmediato, empezaron a escasear los alimentos esenciales como el pan, la leche y otros, además de los combustibles.
La respuesta inmediata fue que obreros, estudiantes, profesores, artistas y numerosos profesionales se organizaron en trabajos voluntarios para descargar sacos de alimentos desde las estaciones de ferrocarril, para contrarrestar en alguna medida los efectos de la huelga.
Víctor no pasaba el tiempo sentado junto al teléfono o cantando mientras los demás trabajaban. De inmediato se presentó como voluntario y en medio de una larga fila de personas, en su mayoría actores y bailarines, comenzó a descargar sacos de harina. Lo hizo bromeando y contagiando a todos con su buen humor.
El artista no es un ser que vive en la estratosfera, sino que su responsabilidad como creador y como recreador de la misión del hombre, lo obliga a estar metido en los problemas reales; comprenderlos, vivirlos y denunciarlos.
El 26 de Mayo de 1973, Pablo Neruda apareció en la televisión nacional para advertir al pueblo de la conspiración en marcha, fraguada por el imperialismo y la oligarquía chilena, para derrocar a Allende y arrastrar al país a una guerra civil. “Tengo el deber poético, político y patriótico, de advertir a todo Chile de este peligro inminente”. Apeló a todos los artistas e intelectuales de Chile y del extranjero para que se unieran a él en una campaña contra un enfrentamiento fratricida. Algunos sectores vacilantes pensaban que éste era inevitable y se cruzaron de brazos.
En respuesta a la creciente amenaza fascista, Víctor compuso otra canción que resultaría profética, fue en un verso del poema ‘Vientos del pueblo’, de Miguel Hernández en que Víctor basó su canción.
Todo el movimiento cultural respondió al llamado de Neruda. La contribución de Víctor consistió en dirigir para el Canal Nacional de Televisión una serie de programas que versaban sobre ese tema común: una alerta sobre la guerra civil y su secuela de dolor.
Víctor le había puesto música a uno de los últimos poemas de Neruda: “Aquí me quedo”, que decía: “No quiero ver mi patria dividida / Ni con siete cuchillos desangrada” y la cantó como el tema que marcaba el comienzo de cada programa.
El Golpe
El 11 de Septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas a sangre y fuego tomaron el poder. Bombardearon la Moneda y por última vez se oyó la voz de Allende
”No se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza.
La historia es nuestra y la hacen los pueblos…”
Víctor fue torturado y asesinado en el Estadio Chile.
Estadio Chile
Somos cinco mil
en esta pequeña parte de la ciudad
Somos cinco mil
¿Cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
Sólo aquí, diez mil manos que siembran
y hacen andar las fábricas.
¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!
Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.
Un muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores
uno saltando al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.
¡Qué espanto causa el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera
sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo.
¿Es éste el mundo que creaste, Dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y de trabajo?
En estas cuatro murallas sólo existe un número
que no progresa,
que lentamente querrá más la muerte.
Pero de pronto me golpea la conciencia
y veo esta marea sin latido,
pero con el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona
lleno de dulzura.
¿Y México, Cuba y el mundo?
¡Que griten esta ignominia!
Somos diez mil manos menos
que no producen.
¿Cuántos somos en toda la Patria?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
Así golpeará nuestro puño nuevamente.
¡Canto que mal me sales
cuando tengo que cantar espanto!
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto.
De verme entre tanto y tantos
momento del infinito
en que el silencio y el grito
son las metas de este canto.
Lo que veo nunca vi,
lo que he sentido y lo que siento
hará brotar el momento…
Poema escrito por Víctor Jara en el Estadio Chile en septiembre de 1973. Entregado a sus compañeros para que sea sacado del Estadio. Más tarde fue entregado a su viuda Joan Jara.